EL BANCO DE LA REPÚBLICA RESPONDE
¿POR
QUÉ EL BANCO DE LA REPÚBLICA NO LE HACE UN CRÉDITO AL GOBIERNO PARA
FINANCIARLO?
Antes de responder esta
pregunta, los invitamos a leer el artículo 373 de la Constitución Política de
Colombia, donde dice:
““Artículo 373. El Estado,
por intermedio del Banco de la República, velará por el mantenimiento de la
capacidad adquisitiva de la moneda. El Banco no podrá establecer cupos de
crédito, ni otorgar garantías a favor de particulares, salvo cuando se trate de
intermediación de crédito externo para su colocación por medio de los
establecimientos de crédito, o de apoyos transitorios de liquidez para los
mismos. Las operaciones de financiamiento a favor del Estado requerirán la
aprobación unánime de la junta directiva, a menos que se trate de operaciones
de mercado abierto. El legislador, en ningún caso, podrá ordenar cupos de
crédito a favor del Estado o de los particulares.”
De acuerdo a lo anterior, un
crédito del Banco de la República al Gobierno nacional, aunque es
constitucionalmente posible, es una herramienta de última instancia para
afrontar las crisis económicas, pues tanto el Gobierno como el Emisor
colombiano están de acuerdo en que hay que agotar todas las fuentes posibles de
financiamiento antes de tomar una decisión de ese tipo.
En cualquier caso, para
realizarse estos créditos al Gobierno nacional es necesario que se presente una
aprobación unánime por parte de los integrantes de la Junta Directiva del Banco
de la República.
Esta posición se basa en la
importancia de la independencia que constitucionalmente tiene el Banco frente
al Gobierno nacional. En este ámbito, la entidad no está facultada para otorgar
créditos al Gobierno a menos que sea una situación de emergencia, entendiendo
que podría generar efectos aún más negativos en la economía, como incrementos
en la inflación del país en una situación de posible recesión.
En anteriores momentos, no
solo en Colombia en La Guerra de Los Mil Días, el financiamiento de los Gobiernos
a través de sus bancos centrales ha generado situaciones con inflaciones muy
grandes (hiperinflación), en los que la moneda pierde valor aceleradamente. En
estas situaciones el bienestar de toda la población se ve muy deteriorado. Aquí
es donde más valor tiene la independencia del Banco de la República, al poder
tomar decisiones basados en análisis riguroso y no estar obligado a financiar
el Gobierno nacional, salvo las situaciones que lo amerite, la aprobación de
todos los miembros de la Junta y la coordinación con las políticas económicas
generales del país.
En ese sentido, el manejo
monetario del país debe ser muy cuidadoso y no se trata de posiciones ortodoxas
o heterodoxas sino de actuar de la manera más conveniente para el país.”